Rafael Guevara
Me clavó su lengua
sus ojos quebrantahuesos
sus dedos desprecio
una silueta difuminada.
Era volátil como perfume
me dijo que era de manzana
acida, dulce y húmeda
y que el tiempo la drenaba.
Fueron días felices
repletas de madrugada
era extraña, lo sé
no sabía dormir.
Escribía raras historias
cuando la lluvia rebotaba
el mar atrapaba sus ojos
durante tardes enteras.
Cuando el insomnio atacaba
ella estaba atenta velándome
entre libros y frazadas
espantando al frío y al tiempo.
Me pidió que no la buscara
pero que olvidara nada
que con las manzanas
ella se quedaba.
Al detenerla en su huida
me clavó su lengua
sus ojos quebrantahuesos
y su silueta desapareció.
HRBG 10092012
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Al detenerla en su huida
me clavó su lengua
sus ojos quebrantahuesos
y su silueta desapareció.
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