lunes, octubre 03, 2011

Mi puerto.

Rafael Guevara.

Puerto de niebla y pescado
Escupes gaviotas por los roqueríos
Herido por cemento y vidrio
Yo ví a tus cerros llorar
A la tierra quebrada
A la marea alzada
Hoy veo a tus hijos mudos
Recuerdo las montañas de sueños
Los cantos, las marchas y el viento.
Pero la melodía de los moluscos
Estalla bajo las aguas
De los dolores germinan mariposas marinas
Las águilas del futuro emergen
Puerto de esperanza que trastabilla
En los acantilados de cuero
Vaho de trabajo ausente
Llanto en el horizonte
Donde capitula el sol
Agua en los ojos salados
Playa de pelicanos gigantes.

HRBG      02102011.

miércoles, septiembre 21, 2011

Mis zapatos.

Rafael Guevara

Miro mis zapatos como se deslizan por los campos
Los recuerdo equilibrándose en Estocolmo
O extraviados en Caracas.
Ahora marchan encandilados por el coraje
Estos zapatos llegarán muy lejos
Están hechos de puro cuero
Sospecho que de un cerdo maduro
Los miro y me recuerdo sentado en las Rocas
Buscando a un amigo perdido
Mis zapatos no dejan de sorprenderme
Me llevan por caminos desconocidos
Nos apretujamos en el metro hacia rincones escondidos
Me han puesto en aprietos muchas veces
Cuando zapatean melodías insurrectas
O cuando pisan el pasto prohibido
Ayer por ejemplo se les ocurrió chutear una sotana
Me quedé enmudecido
Aunque a veces me avergüencen porque ya están viejos
Me aseguro los cordones porque sé que dependo de ellos
Estos guías marrones no lucen, pero saben dónde ir.
Me han paseado por los sueños
Y por interminables batallas
De esas que se ganan con las puras ganas
Son zapatos confortables que me acarician al andar
Saben trepar los arboles del ensueño
Y respetan los universos de las hormigas.
Pienso que mis zapatos son muy considerados
Han respetado mis pies
Es cierto que a veces traen barro
Es que estoy seguro que algo se traen con la madre tierra
Para mí, que saben de dónde vienen
Y no quieren olvidarlo.
Mis zapatos crean universos al caminar
Cada huella que dejan engaña al tiempo
Ellos avanzan siempre y de vez en cuando
Solo de vez en cuando saben retroceder
Es que también les gusta recordar.
Esta noche cuando me los saque para dormir
Soñaré con ellos que han viajado tanto
Quien sabe adónde me llevarán mañana.

HRBG      21092011

jueves, agosto 25, 2011

El joven de la guitarra


Rafael Guevara

El joven cuando estaba triste
Se ocultaba en el agujero de su guitarra
Así las cuerdas le reconstruían la sonrisa
Lentamente afinaban su mirada.

Cuando salía el sol y el hambre arreciaba
Recorría callejuelas armado solo con su guitarra
De su pecho brotaban ruiseñores
Que aleteaba sobre los indefensos transeúntes
Capturados caían seducidos por el gorjeo.
Entregando sus posesiones en un sombrero de fieltro
El joven solo sacaba lo justo para comer
Y luego repartía las ganancias con los niños de la calle.

Su fama se extendió por los arrabales
Congregando multitudes de seguidores
Los mas fanáticos eran las sombras hambrientas
Que con su guitarra alimentaba.

La policía sospechando de su modus operandi
Lo vigilaba siempre cerca intentando adivinar
el truco oculto que animaba tamaña estafa
sorprendidos por la extraña generosidad que convocaba

cuando llegaba el frío su voz desaparecía en el silencio
los seguidores se extinguían por el cemento
hasta la policía compadecida lo guiaba hacia algún refugio
para que no fuese devorado por la fría oscuridad.

Los años pasaron y el joven ya no era tan joven
Pero cuando retomaba su guitarra sus ojos brillaban
Las aves lo seguían y cantaba por las calles
Hasta que una tos de sangre lo mutiló.

Aun se escucha a la gente hablar del joven de la guitarra
De la voz del ruiseñor que ahora canta a los Ángeles
En las calles del mas allá.
La policía presidio el funeral
Y hacia el pozo cavado por los hambrientos
Su guitarra dejaron caer.

Si tu piensas que esta es una historia triste
Es que no sabes que la vida que comienza
Siempre tiene que terminar
Y si crees que la vida es inútil
Es que no le oíste cantar.


HRBG        25082011

Lentamente


Rafael Guevara


Lentos se suceden los días
Lentas se alejan las siluetas
Te perdí en las arenas mas dulces
Cuando los cielos celebraban sin rubor
Cuando los campos florecieron en invierno
Cuando el tiempo se detuvo allá en el puerto

Lentas las mañanas se suceden y no puedo despertar
Extraviado en los recuerdos del guerrero
Seducido por los cantos antiguos la poesía de tu voz
Las pupilas mas grandes del desierto

Me retumba tu nombre en la garganta
Alejándose de mis manos tu cintura
El sudor de tu frente entre mis labios
El olor de tu piel en mi lengua

Vagaré por los tiempos del olvido
Desangrando mis ojos al mirar
Por rincones vivos donde estuviste
Por rincones muertos al no estar.

Te perdiste entre el humo y el cemento
Del diluvio en que vivimos
A tu muerte la sequía precedió al mar
Ya va un año y aquí no llueve
Se secan las flores y mis ojos ya no lloran mas

Llegara el día de la sangre seca
En que verte ya no me haga mal
Me perdono el perder y ser perdido
Pero quiero ser tu amigo para siempre
Pues no puedo permitirme que te mueras
Has nacido y me permitiste renacer
Estas adentro de mi vida y de mi muerte
Estarás siempre y no lo puedo remediar.

HRBG        25082011

El Paraíso


Rafael Guevara

Bajó el hombre cogío la manzana
La mordió y ya no era hombre
Los árboles ya no eran árboles
Los mató y eran madera
La madera era energía
y ya no estaba viva.

Los llanos ya no eran llanos
La tierra ya no era tierra
Y ya no estaba viva
Los animales ya no eran hermanos
Y luego también los mató
Ya eran comida

Los ríos no eran agua
Luego era electricidad
El hombre miro al mundo
Y ya no era un paraíso
Ya no era un hogar
Era una propiedad

El hombre miro a sus hermanos
Y los vio como esclavos
Devoró a su mundo de a poco
Saboreando a los animales
Saboreando a sus hermanos

Cuando miro al cielo y ya era tarde
Cuando busco su hogar ya no quedaba nada
Cuando busco manzanas
Se devoró a si mismo

Lloró por la tierra quemada
Y condenado fue a deambular
Por los mercados yermos
Las estrellas se apiadaron de el
Y le dieron otra oportunidad.

Perdónalos padre porque no saben lo que hacen
Murmuraba por los rincones del paraíso
Perdónalos Padre porque no saben lo que hacen.

RGHBG     24062011.

martes, agosto 23, 2011

La silueta.


Rafael Guevara

Observa mi silueta tiritando
recuerda que te sigue
por los rincones donde tu vayas
se apoya en tus pasos
te acompaña cuando vas vacilando.

Es silueta de sombra y de carne
alumbra tus caminos
aquellos que se te han apagado
ángel guardián de la que amo
la cuida del viento y de los mares.

Atrapa las miradas envenenadas
te defiende del mal de ojo
tirita porque tiene miedo
que se le escape algún maleficio

Es silueta porque se esconde
tras las luces, en lo oscuro
desde allí vigila tus movimientos
te admira en silencio.

De vez en cuando mira hacia los rincones
tal vez encuentres una silueta sonriendo
si miras con atención, veras los ojos
de una sombra que viene tiritando.

HRBG         10082011.

miércoles, agosto 10, 2011

Florece el tiempo


Rafael Guevara

Mi lengua de piedra reposa triste
los cristales sobreviven por un tiempo
protegidos por lobos de agua
brujos que dibujan fantasmas.

Mis ojos de carbón estan clausurados
las lagrimas de hierro salino
quedaron oxidadas
en un rincón del paisaje de cuero.

Mis manos de vapor estan congeladas
por vientos de olvido
con aires de ayer
cocinan el tiempo perdido.

Tu construyes casas de hierba
pintando sus paredes con colores y aullidos
tallando ventanas de cielo
clavando tablas con clavos de auxilio.

Me buscas en los mares del norte extinguido
confundiendo los valles del sur en que vivo
con las estelas del desierto florido
y predicas a los dioses del suicidio.

Mis labios arden como volcanes prendidos
explotan de sangre y de verbo divino
apostol del cielo, el de arriba
cancervero del infierno, el de abajo.

Mis gritos florecen como canto marino
levantando las plazas por el tiempo sufrido
mis gritos son los gritos de amigos perdidos
que vienen del tiempo a cobrar por el frio

Palpito del agua que inunda la tierra
con pala y cuchillo revienta el silencio
abre la tierra hasta sus entrañas
y florece mi fruto de tu vientre unido.


HRBG       18072011

jueves, julio 21, 2011

Me duele

Rafael Guevara

Me duele el olvido
como me duele la muerte
yo digo que el olvido
es peor que la muerte

Cuando a mi me llegue la muerte
también me llevará el olvido
la tumba cubierta de flores
estará olvidada y vacía

Mis nietos no sabrán
que existió un abuelo
ya no lloraran
ni me traerán flores

Mis amores también habrán muerto
con sus hijos se habrán ido
mis luchas ya no serán recuerdo
el olvido me habrá cubierto

Me duele la muerte
pero mas me duele el olvido
nada es eterno solo el olvido
me duele la muerte
me duele porque he vivido.


HRBG      20072011

Hasta las piedras.


Rafael Guevara

Hasta las piedras
se levantaron
a cantar la bienvenida
los que conocían
el hambre y el frío
eran bendecidos.

Les envío una carta
porque son fieles
a los dolores de su ausencia
aun retumban sus oraciones
esperan el tiempo de la venida.

Mis hermanos están ciegos
pero sonríen
viven en luto eterno
con la lengua partida

Miro tus manos fuertes
como trabajan
abres la tierra hembra
con todos tus dedos

Te pesa el mundo
te abren el costado
pero jamás serás derrotado
eres un hombre indestructible.

Reciban mi nota
desde la distancia
en ella explico
porque los admiro
guerreros de vida
de manos limpias.

En estos tiempos
que poco creen
solo los barcos
navegan siempre
saborean los vientos
y las tormentas
manejan el tiempo
con hábiles dedos.

Cantemos ahora
al mundo nuevo
yo les anuncio
se acercan todas
la primaveras
si no nos dejan
cantar su canto
hasta las piedras
lo entonaran.


HRBG        21072011

lunes, julio 18, 2011

El Encino

Rafael Guevara

Al encino primero le brotó una casa
luego le nacieron muchas mas
sus ramas se fueron poblando de gente
pronto el árbol albergaba un pueblo.

La gente se acostumbró a vivir en las alturas
las arañas revoloteaban en el cielo
con las hormigas voladoras
las hojas nunca mas descendieron.

Los sueños en el árbol cobraron vida
las gente se paseaba entre las hojas
celebrando en cada rama
el pueblo del encino sonreía.

Cuando vino el fuego
nadie lo vio llegar
llegó de noche
como llega el fuego
en silencio, sigiloso.

Las gentes bajaron del árbol
en busca de agua
lucharon toda la noche
subiendo jarras
por las ramas, por las nubes.

Cuando todo hubo terminado
del pueblo no quedaba nada
el árbol era un carbón seco
la gente lloraba desconsolada.

Vino la lluvia y pasó el tiempo
muchos se fueron tras el horizonte
buscando nuevos caminos

El encino carbonizado
bostezó como cansado
se torcio con el viento
y mostró un brote nuevo
una nueva cabaña en una rama
que se llamaba comienzo.


HRBG       18072011

domingo, julio 17, 2011

Vuelo nocturno sobre los puentes


Rafael Guevara


Despertando en un campo de tabaco
se encumbró sobre vegetaciones y pilares
las luces y los trenes levantaban el polvo
brillante y sus alas abiertas al cielo.

Se deslizó entre las torres y los puentes
bajó por las montañas de hielo
cruzando las brumas y los riscos.

En la altura observaba el silencio
silenciosa  la urbe amordazada
liberando a sus criaturas mas inocentes
rostros quebrados por las aguas y los vientos
ojos extirpados por el llanto.

Capturando el escaso aire de los parques
retozando en las hierbas ácidas de las plazas
negros partos en cada esquina
y los ángeles impotentes mirando desde los arboles
a los niños perdidos en el tiempo

Mascando hogazas, el carbón mojado y la sal
calentando las piernas solo con pan
las hojas de los cuchillos cortan las caras
robándole el aliento a las inmundicias
la sonrisa a los famélicos del viento

Voló por los rincones de las estaciones
abandonado por los pensamientos y las ensoñaciones
pervertido por el llanto, mascaba su lengua
ahogados los gritos en la penumbra del pecho
atado a los puños de dureza impotente

Al descender observaba a los ancianos
partiendo sus manos llenas de guijarros
pedazos de greda de su tierra natal

Quebradas sus pieles por el cansancio
labios partidos de hambre y de vino

Frío que no alcanza las alturas
capturando la bruma de las superficies.

Al final, alcanzó el filo del océano
celoso de relámpagos, enemigo de la arena
revoltoso engullía marineros y pescadores
envidioso de la pena de las viudas, insaciable
atrapando embarcaciones y penas de ingenuos amores.

Asustado por controlar el vuelo insoportable
buscando los campos de tabaco floreciente.

Ausentes las hojas, transados los niños
multitudes de ancianos abandonados y muertos
paralizadas sus alas metálicas, intentó huir
pero lo perseguían cuchillos incansables
cortaron su plumaje y sus alas.

Cayó sobre la hierba y sobre el llanto
perdido entre las plazas y el bosque
no divisaba ni las dunas ni el océano
cubierto por el cabellos de los abandonados
recobró el calor y la seguridad
como cuando se tiene compañía

En el medio de un campo de tabaco
el testigo de la noche de siempre
encontrado con los ojos abiertos
dibujado en sus pupilas el espanto
de lo que hemos renunciado a ver.


HRBG       25081991

viernes, julio 15, 2011

La frágil santa de dedos largos.


Rafael Guevara

Pequeña frágil de los dedos largos
apretaba los dientes indefensa
caían sutiles cabellos entre sus piernas
sobre manzanas rojas de primavera

Oró durante milenios
sin que nadie la viera
sin que se le agradeciera

Oró por ella
Oró por todos
Oró de noche
Oró en la arena
Oraba siempre
Oró por cualquiera.


Rascando los árboles de las almendras
quebrando las ramas del abedul
cubría todo con su aliento
cargando las penas y los tormentos.

Abrió un surco sobre la tierra
húmeda de sed, también de espanto
clavando las puertas de aquel convento
leyendo a los santos, hasta quedar ciega

Oró durante milenios
sin que nadie la viera
sin que se le agradeciera

Oró por ella
Oró por todos
Oró de noche
Oró en la arena
Oraba siempre
Oró por cualquiera.

Cantando himnos medievales
alegres los bosques y los zorzales
prendió las velas y candelabros
corrió descalza los monasterios

Oró por ella
Oró por todos
Oraba siempre
Oró por cualquiera.

HRBG       08121983

lunes, julio 04, 2011

Cuando termina el día.


Rafael Guevara

Cuando termina el día pienso
que la tierra otra vuelta ha girado
el frío parte cada uno de mis huesos
y la sonrisa aun no me ha dejado.

La sombra derrumbada llora
al calor que baja del cielo
mojándolo todo con lágrimas
que cortan pieles abandonadas.

Las hojas secas inundadas
lo cubren todo de aroma a tierra
y por las calles se oye el eco
de sueños de gente nueva.

Son contracciones del día que viene
entre los bosques que sobreviven
llenando el aire de aire
y las nubes de agua.

El fuego oculto de las miradas
ausencia que engaña a los insectos
calienta gargantas y aprieta puños
iluminando todas las pupilas.

Llega la noche y yo solo pienso
donde estarán las caras olvidadas
será que acaso el tiempo sea nuevo
y sean ellas la que hoy día marchan.

Mañana será un gran día
cuando comience de nuevo otro comienzo.
Tal vez me encuentre con la que yo siempre he buscado
entre multitudes que claman un principio.

El sendero húmedo hacia el tiempo
en que tú vuelvas a ser mi hermano
cuando las sombras ya no sean mas taladas
y todas las estrellas vuelvan a su sitio.


HRBG      04072011.

viernes, julio 01, 2011

Las sonrisas.


Rafael Guevara


Las sonrisas aletean llenas de piedras
dan mordiscos a las nubes negras
Las nubes sangran jugos brillantes
en hemorragias que inundan pueblos.

El aire esta repleto de sonrisas que muerden
los ojos temerosos evitan las sonrisas
los labios asustados callan las sonrisas
las sonrisas son deglutidoras de miradas.

Dicen los mas viejos que antes no era así
que las sonrisas han cambiado
las sonrisas  nos están cambiando
las sonrisas nos dibujan continuamente

Las sonrisas aletean y vuelan cada vez mas alto
desde la altura nos miran con sorna
de seres que se arrastran sobre la tierra
incapaces de volar como las sonrisas.

 RGHBG      30062011

jueves, junio 23, 2011

Dos hojas

Rafael Guevara

Viajabamos hacia la tierra
dos hojas secas en colisión
decendiamos por los otoños
en un mar de tierra mojada.

Tu mano siempre abierta
Colgaba de mi mano dura
Caiamos por el tiempo
Cubiertos por la flores
Y revestidos de sal y cuero.

Me miras y no me ves
Te toco y no me sientes
Me llamas y no te oigo
Te beso y desapareces.

Llegamos al centro de la tierra
Incinerandonos en las entrañas
Del mundo, que se disuelve
Girando en el hierro candente
Besando campos magneticos.

Bajabamos a los abismos de Gaia
Mirandola agonizar entre los dedos
Agonizabamos sin avergonzarnos
Derritiendonos en el espacio
Disipando nuestro aliento
Sin llanto y sin tiempo.

Los cometas nos devoraron
Los eones nos cubrieron de olvido
Pero tu boca aun arde entre los astros
Tu aliento lo cubre todo
Tus ojos lo iluminan todo.

Viajabamos hacia la tierra
Dos hojas secas que se abrazan
Y se funden con la tierra
Porque de tierra somos.

RGHBG     23062011

Por las quebradas


Rafael Guevara

Derramar cemento por las quebradas
hilando cables por las copas
deshilvanando las palabras
para esconder monedas

Se la pasan convirtiendo la risa
en guiñapos y muecas torcidas
les gusta vender sangre en los mercados
y trafican huesos por las mañanas

Me invitan a sus banquetes
para devorar mi historia
para saborear mis manos abiertas
vade retro cuenteros de Edison

Desde siempre han estado desnudos
sin que muchos los quisieran ver
pero no podrán robar el agua
no podrán robar los sueños

Derramar cemento por las quebradas
hilando cables por las copas
trastocando las palabras
retorciendo las montañas.

HRBG…….26052011.

domingo, marzo 20, 2011

El Pueblo

Rafael Guevara

Cuando todos duermen
las calles parecen vacías
el pueblo descansa aburrido
es otro camino recorrido

Mañana será otro día
sudor de tierra partida
que espera la noche caída
con frutos de cielo teñida

La fiesta del pueblo cansado
con niños de greda y palo
bailan las danzas prohibidas
de Ángeles y brujas y  caídas

Las madres despiertan los ruidos
pájaros venidos de fuera
palomas destilan los gemidos
los aires traerán olvidos

Con todo el pueblo aún duerme
la vida se aleja tranquila
los viejos recuerdan su paso
los niños no le ven el sentido

Mañana será otro día
rubor de niña crecida
vendrá otra noche aburrida
el silencio tocará despedida.


RGHBG     16022011

Infranqueable.


Rafael Guevara.
Versos del Diluvio 1997

Detrás de muros construidos con mil plegarias
sólido secreto de escándalo familiar
unidos en la argamasa de los temores
en torreones de posesiva superioridad
almenas tristes fortificadas
con la trágica leyenda familiar.

El castillo brillaba en gloria
de prados húmedos sin desmalezar
fragancia eterna de los rincones
tibieza opaca, refugio y flores
constuidos credos de sordo malestar

Infantes protegidos por oraciones
hermanos todos sobre la tumba
del amor muerto por un diluvio
que trajo el cielo en el mes de julio
por el que no paro de llorar

Rodeado por esteros y por mendigos
sonrisa pálida de la verde realidad
vestigios todos del mundo vivo
amenazando con querer entrar

Ataques de arietes cristalizados
cruentas batallas en la puerta familiar
amenaza dura futuro en sangre
dolor de pechos y de costillas
pariendo muerte y veleidad.

Guardianes grises de la desventura
seguridad cansada de censurar
desfallecientes resistencias
fuego contenido por la humedad

Raquíticas barreras de candor atávico
consumidas por la bullente vida
arrasadas fuera por corrientes marinas
por fauna sumergida entre las piernas
agitación permanente de sangre hirviente

Altares grotescos de humillante tranquilidad
con predicadores absurdos de sumisión
levantando cárcel a las primaveras
reteniendo el aliento fresco de maizal.

Despojado de ataduras y de temores
encadenado a caballos de rebelión
atoré mis piernas en los carros de combate
abalanzando mis puños contra la mole
de concreto frío e iglesia oscura
reventé mis manos y también mis piernas
rajando mi cuerpo ojos y dignidad.

Herido al fin lave mi cuerpo
seque mis ojos en el agua tibia del recordar
oscureció el cielo y también el tiempo
pasaron años y yo sin sanar.

La roca firme sobre aquel cerro
encerrando el sueño que yo ví pasar
me condenaron a triste destierro
ni mis misivas fueron a contestar
me condenaron a perder el cielo
y por los infiernos tendré que vagar
me quitaron todo ni la mirada pude conservar.

Arrastre mis piernas por los caminos
selle mis labios para no protestar
cuando las noches de plenilunio
secretamente busqué observar
pedazo a pedazo se desmoronaba
mostrando esquirlas de sus pecados
hediendo a engaño y soledad

Pero vendrán muchos mas años
yo en mi cabaña de aire limpio
esperaré sonriendo, tendrá que pasar
tendré pupilas y manos firmes
tendré siluetas donde dormitar
seré yo mismo vivo y solo
que con paciencia de ser altivo
derrumbe el cerro y caiga al mar
para cobijar las penas todas
de este triste y largo caminar.


RGHBG       21031997