martes, diciembre 30, 2008

ANTONIA.

Rafael Guevara


I.


Solo siento el viento
viene de los cerros
viene de los frios
viene del sol.


Donde estará tu carita pequeña
jugando con los perros y los caballos
cantandole a los muñecos
buscando a tu papá.


Señorita de mis sueños
reina de los juegos
humedos labios de angel
ven conmigo a volar por las estrellas
juega a que la noche no está oscura
persigue a los duendes de tus pesadillas


En un rincón de tu casa pequeña
calientito y para siempre
estaré esperando cuando tu lo necesites.


No tienes nombres, te perdiste en la historia
estas debajo del tiempo, hundida en las horas
entre multitudes y cerros por las sombras de la playa.
tu no comprendes, tu no esperas
no sabes esperar, no puedes comprender.


II.


Durante años he buscado
recorrido los cerros, los campos
camine por barrios y potreros
me dormí en las rocas
me perdí en un estero.


Cuando era pequeño imaginé, tu rostro
y jugué contigo en un rincón del suelo.


Cuando aprendí a leer
creí que estabas en los cuentos.


Te creí ver en aquella bella maestra
de la que me enamoré


Al descubrir los Otoños
te busque por las calles


Y al llegar las primaveras
descubrí que estaban vacias


Pero el tiempo no se acaba
y te confundí con amores.


Pasaron muchos años, muchos amores
hasta que te ví llegar.


Venias despacito y silenciosa
te esperé sin saber que eras tú


Nunca imagine que fueras tan pequeñita
y que lentamente vas para mujer


Te derramaste una mañana
por entre las piernas de tu madre


Con caricias y canciones recuerdo
noches de espera tierna


Como las aves que forman el nido
y tu encojida, calientito esperando.


Aquella mañana le gritaste al sol
lechejuela voraz hasta el dormir


Ayer le cantaste a la luna
descubriste a los perros amigos
tus complices de solitarios sueños


Un día me llamaste por mi nombre
y me besaste coqueta
proyecto de seductora
mariposa que bailas en las flores


Hoy te abrazo y te miro
evitando lo imposible
que te vas volando lejos
por las galaxias de la vida
derramandote hacia los cielos


III.




Domingo de frio y gusto a sal
de donde te fuiste a jugar
con tierra y sola


Viajaste por los cerros
y te quedaste escondida
tendida en la hierva
mascando un brizna de pasto.


La voz te llamaba
el viento traia tu nombre
y venia tu padre
y venia tu perro
todos los tuyos te buscaban.


Mas como si nunca hubieras estado
como si nunca hubieras oido
te quedaste sin contestar.


Que dirian tus abuelos
como estarian tus amigos
para que contestar
lo que uno no oye.


Solo querias encontrarlo
pasarle tu gorro
abrigarlo con tu chaqueta
contarle tus viajes
que jamas entendería.


En un rincon de sal
te quedaste acariciando la tierra
dibujando lineas
reflejando su ausente rostro.


Silenciosa sin contestar
al Domingo, al frio.




IV.


Una lagrima de sal
y te busco en lugares donde tu no estas
llega un domingo y pasa lentamente
las horas de cocinar
las siestas sin descansar


tu corres por el cerro
te tiendes en la hierba
viene el lunes y me merienda


Ojos de noche, ojos de niña
canta tus sueños
canta tus risas.

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